jueves, 29 de marzo de 2007

...Y llegó la excursión


Sí, amigos, por fin llegó el tan ansiado momento de compartir unas horas paseando por Sevilla junto a mi profesor y amigo vuestro: rascaviejas.

Gracias a él, me he enamorado un poco más de esa ciudad que día a día me sorprende.

He visitado rincones tan bellos...no sabía que dentro de la belleza aún cupiera mas belleza, he admirado sus esquinas, me he parado ante cada letrero que me anunciaba el paso por una nueva calle: aire, Joaquín Romero Murube, Mateos Gagos, Plaza de Santa Marta, Placentines, Argote de Molina, Plaza de San Ildefonso, San José, plaza de la Alfalfa, Cristo de Burgos, Encarnación, Imagen, Laraña, Anunciación, y por último La Campana.

Todo esto aderezado por una de las personas que posiblemente más sepa sobre Sevilla y su historia, hemos podido hablar de todo un poco, que si La Madrugá del 2000, que si la lluvia, que si Triana, que si el pregón, que si nuestros amigos del blog...hemos hablado de muchas cosas...

Pero empezé la mañana triste por que me despedí de Triana por Los Remedios y no por mi capillita del Carmen, a la cual, de vuelta, le he pedido perdón y me ha perdonado como a cualquier hijo que vuelve a Triana por un motivo u otro.

Y hablé con Triana y le di recuerdos de Sevilla, que ya quedaba menos para que Sevilla se convierta poquito a poco y sobre los pies, de costero a costero y con la izquierda por delante en Triana, que ya no queda nada para que Sevilla entera salga a recibir a una Estrella bajada del cielo y acompañando a un hijo que va rezando para que sus costaleros no se demoren en volver a su barrio, que ya no queda nada para que una marinera vestida de amores y corazones de pureza salga a navegar por la ciudad que la sueña cada madrugada, que ya no queda casi nada, señores, para que sea Semana Santa...


¡¡ Al cielo con el rey de Triana !!

3 comentarios:

Patero dijo...

Que buen Don de la palabra tienes "trianeandoporsevilla", que te gusta Triana, que te gusta hablar de ella, en cada palabra que le dedicas, lloro, pero no de pena, sino de alegría, al saber que le hechas piropos a la mujer de mi vida, Triana.
Y es que ir con Roldán es todo un lujo para cualquier persona sea o no sevillana.
Un saludo.

el aguaó dijo...

Estoy de acuerdo con Patero. Pasear por Sevilla acompañado de nuestro amigo Rascaviejas tiene que ser todo un lujo.

Un abrazo.

Jordi de Triana dijo...

Qué difícil amigo mío se me hace cada mañana cruzar el Puente de mi Triana para marchar a ese lejano país llamado Sevilla, cada paso que doy me separa un continente de mi Barrio. Para mi no existe otro barrio, otra ciudad ni otro país. Mi único viaje posible es aquel que un día me llevará al Cielo a la vera de tantos hombres buenos que soñaron, vivieron y juraron amor eterno a un barrio bañado de Guadalquivir, de patios de vecinos, de amores prometidos mirando a la Cucaña, de sueños eternizados en el tiempo, de gentes de verdad que te premian con su amistad inquebrantable, de chiquillos alegres que corretean por sus calles, de tertulias improvisadas de tabernas y en fin lo que uno sueña tocado por sus propias manos. Que sabia mujer la Divina Providencia que vio a este niño triste lejos de su paraíso terrenal y que a penas con un año de edad tuvo a bien acercarlo a Triana para que esta criatura pudiera vivirla, sentirla y algún día morir en paz en su regazo de Madre y ese día que nadie me llore porque mi cuerpo se marchará lejos, pero mi alma anclará en seguro puerto a los pies de noble tierra.